Proceso de arbitraje
¿Qué pasa primero?
Cuando su original llega por primera vez a la redacción de una revista, el director adopta varias decisiones preliminares. En primer lugar: LA TEMÁTICA. Es decir, ¿trata el original de una materia comprendida en el campo de acción de la revista? Si la respuesta es negativa, el manuscrito se devuelve inmediatamente. Rara vez podrá un autor impugnar con éxito tal decisión, y normalmente será inútil intentarlo. Una parte importante de la tarea del director es delimitar el campo de acción de la revista. RECUERDE que esta decisión no constituye un rechazo de sus datos o conclusiones. Lo que tiene que hacer es evidente: debe probar con otra revista más alineada a su investigación.
¿Y luego?
En cambio, si el tema del manuscrito resulta apropiado para su examen, ¿es adecuada la forma de presentación? ¿Se enviaron las copias solicitadas? (Algunas revistas exigen dos, tres o más.) ¿Están completas? (Es decir, sin que falten páginas, cuadros o figuras) Si la respuesta a cualquiera de esas preguntas es “no”, el original se devolverá o el arbitraje demorará hasta que se resuelvan esas deficiencias.
Solo después de haberse cumplido estas dos condiciones (manuscrito adecuado sobre un tema adecuado) está dispuesto el director a examinar el original para su posible publicación.
En ese momento, el director tiene que desempeñar dos funciones muy importantes. Se debe registrar el manuscrito para seguirla la pista durante todo el proceso. Y, segundo, el director tiene que decidir quién revisará el manuscrito. En la mayoría de las revistas, se seleccionan dos árbitros para cada original.
Si los árbitros aconsejan la “aceptación”, sin cambios o con cambios muy ligeros, el director no tendrá problema. Pero, suele pasar que las opiniones de los dos revisores son contradictorias. En tales casos, el director toma la decisión definitiva o envía el manuscrito a otro u otros árbitros para ver si se puede llegar a un consenso
Finalmente…
La decisión del director será de alguno de tres tipos generales, comúnmente expresados como “aceptado”, “rechazado” o “aceptado con cambios”. Normalmente, se llegará a una de esas tres decisiones entre cuatro y seis semanas después de la presentación del manuscrito.
